Leyes no escritas: Menos dinero, menos tiempo
Cien pesetas. Eso era lo que mi madre me daba los fines de semana para salir con mis amigos. Estábamos en 1988 y yo tenía dieciséis años. Es cierto que podía […]
Cien pesetas. Eso era lo que mi madre me daba los fines de semana para salir con mis amigos. Estábamos en 1988 y yo tenía dieciséis años. Es cierto que podía […]